La terapia con ondas de choque para la disfunción eréctil (DE) utiliza ondas sonoras de alta energía para tratar el tejido cicatricial, estimular el flujo sanguíneo y promover la curación. Este tratamiento no invasivo garantiza resultados visibles, normalmente en uno a tres meses, dependiendo de varios factores. Es importante destacar que este tratamiento no se limita a enmascarar los síntomas de la disfunción eréctil, sino que aborda sus causas profundas.
Hay tres factores principales que influyen en la eficacia del tratamiento con ondas de choque para la disfunción eréctil: la edad, los antecedentes médicos y la gravedad del trastorno.
Cada uno de estos factores contribuye a la variación en la respuesta a la terapia entre los pacientes.
Por lo tanto, es fundamental tener un conocimiento exhaustivo de estos factores antes de iniciar la terapia.
La mayoría de las personas que se someten al tratamiento con ondas de choque para la disfunción eréctil suelen notar los beneficios en un plazo de uno a tres meses. Los resultados iniciales, en las primeras semanas, pueden ser espectaculares. Hay casos en que los pacientes informan de mejoras significativas después de un solo tratamiento, mientras que otros pueden necesitar varias sesiones. Según un estudio, entre 8 y 12 semanas después del tratamiento, los pacientes experimentaron los resultados más significativos, incluido el alivio del dolor crónico.
Por lo general, los pacientes reciben dos sesiones de tratamiento con ondas extracorpóreas de baja intensidad (LI-ESWT) a la semana durante seis semanas, en total 12 sesiones. Después de este ciclo de tratamiento, entre el 50 y el 80% de los pacientes informan de una mejoría en sus erecciones 30 días después. Los resultados individuales varían; sin embargo, los estudios han demostrado que una respuesta positiva puede durar hasta dos años. Cabe destacar que un estudio indicó que la eficacia del tratamiento se mantenía después de dos años sólo en la mitad de los pacientes.
Aunque el paciente medio ve resultados significativamente positivos en uno a tres meses, el tiempo de respuesta puede variar. Algunos hombres han informado de erecciones espontáneas tan pronto como 24 horas después del tratamiento, lo que demuestra el potencial impacto rápido de esta terapia. Por otra parte, en un estudio piloto de 2010 se observó que los 20 hombres con disfunción eréctil vasculógena experimentaron una mejora de la función eréctil seis meses después del tratamiento con ondas de choque.
A pesar de sus prometedores resultados, la terapia con ondas de choque para la disfunción eréctil sigue considerándose una opción de tratamiento experimental. Se están llevando a cabo investigaciones para determinar su eficacia a largo plazo. Sin embargo, un estudio reveló que la terapia con ondas de choque es segura y eficaz, con una tasa de éxito del 39,5% en pacientes tratados durante 30 meses.
La terapia con ondas de choque pretende ofrecer una solución a largo plazo para la disfunción eréctil y no es necesariamente un tratamiento de por vida. A menudo, un ciclo de tratamiento de tres meses produce una mejora a largo plazo de la función eréctil, lo que reduce la necesidad de un tratamiento continuo. Los resultados a largo plazo de la terapia, que pueden durar entre 2 y 3 años, se atribuyen al hecho de que realmente aborda las causas profundas de la disfunción eréctil a través de la medicina regenerativa.
Hay muchos motivos para ser optimistas respecto al futuro de la terapia con ondas de choque para la disfunción eréctil. Se sigue investigando su eficacia a largo plazo, su seguridad y su relación con otros tratamientos, lo que permite albergar esperanzas de nuevas mejoras y de una posible aceptación generalizada en el tratamiento de la disfunción eréctil.
